Lecturillas

Mientras mi Alejandro termina de fregar la cocina yo me siento en la butaquilla que tenemos en el salón. Es mi mecedora de dormir la siesta. Pero siempre me ha gustado leer un poco antes de dormir, así que he cogido un librillo simple para ir abriendo sueño.

Aquí lo podéis ver si os apetece.

Mi día de hoy

Buenas tardes amigos. Hoy he tenido un día muy duro. Pensaba levantarme muy temprano para ir al centro, pero mi Alejandro es un dormilón ha conseguido que me quede en la camita con él. Y es que en inverno hace taaaanto frío.

Cuando me he despertado, he bajado a la plaza a comprar huevos, que no quedaban en mi casa. Y es que mi Alejandro ya... está muy mayor el pobre. No puede bajar él a por ellos. Una vez que tuve los huevos en mi poder pude hacer una receta que llevaba mucho tiempo sin hacer. Buñuelos de viento. Os dejo abajo todos los ingredientes que uso.



Y ya de paso os dejo la receta de como las hago yo. Mucho cuidao con que espese demasiado!

Los novios de Atenea

Cuestionario acerca de Atenea

A continuación, aparece un brevísimo cuestionario que debéis responder  y enviar. ¡Ánimo!

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Y ya de paso, un fascinante crucigrama que os dejará boquiabiertos. No todo va a ser Física y Química. ¡Ánimo!

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PRESENTACIÓN

Soy Atenea, tengo 65 años y estoy a punto de jubilarme. Nací y crecí en Toledo, concretamente en Villacañas, un pueblecito en el centro de La Mancha, la Tierra de El Quijote.

Debería haber nacido en invierno, pero vosotros no sabéis el frío que hace en Villacañas, así que me esperé un poquillo y me dije "mejor nazco en Julio, el 7, en San Fermín". 

A mi madre le gustaba mucho esa fiesta, así que cuando nací, ella no estaba. Tuve que nacer sola, qué sorpresa se llevó al volver del mercao. Cuando me vio me dijo "que sea la última vez que naces sola. Primero me preguntas!" 

Mi madre no tenía apenas leche, así que me tuvo que amamantar la portera, que había sido ama de cría durante 15 años. Había amamantao a todos mis vecinos, a los niños e incluso a un guardia civil que era un chupón, mojaba hasta ensaimadas. Así la dejó a la pobre, seca. No tenía ni pa un cortao...

Y después no se casó con ella ni ná. Que mal gusto. Con lo buena mujer que era Raimunda. Ahí os he puesto una foto mía de aquella época. La de la teta fuera es Raimunda. Yo soy el bebé.

Mi padre nunca estaba en casa, era marinero en el mar Cantábrico. Le encantaban las anchoas...ay! os tengo que dejar, se me queman las lentejas....vuelvo enseguida.

Ya he vuelto. Se me han pegao un poquillo. Pero el chorizo lo salva. Ahora le echo más. Seguro que mi Alejandro no se da cuenta. Os voy a poner la receta que yo sigo. A mi me salen muy buenas, pero es que yo tengo mucha mano en la cocina.

Los años pasaban e iba creciendo poquito a poquito, hasta que decidí irme a la gran capital que me pillaba mu cerquita, tan cerquita que me fui andando.Fui por aquí y tardé un poquillo más de lo que pensaba.

En Madrid descubrí un mundo lleno de luces y música. Descubrí las discotecas, aunque en esa época lo llamábamos guateques. Conocí a grandes bailarines y cantaores. Con frecuencia, acudía a un tablao flamenco situado en la Calle Tirso de Molina. Allí encontré trabajo como bailaora  en el pase de la tarde y noche. Me llamaban " la Durcinea", por aquello de ser manchega. Tuve la suerte de bailar al compás de Paco de Lucía y Camarón de la Isla.